Farmacología avícola
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marzo 21, 2022La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública importante en todo el mundo. Las infecciones que antes se trataban fácilmente con antibióticos* son cada vez más difíciles de tratar y más caras. Las infecciones causadas por bacterias comunes resistentes a los antibióticos, como Salmonella, pueden tener consecuencias para la salud más graves que las infecciones causadas por bacterias que no son resistentes a los antibióticos.
¿Cuál es la definición de la resistencia a los antibióticos?
La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias (gérmenes) pueden vivir o proliferar a pesar de ser tratadas con un antibiótico que normalmente las mataría.
¿Cómo se produce la resistencia a los antibióticos?
¿Qué impacto tiene para los seres humanos el uso de antibióticos en los animales destinados al consumo?
Los animales destinados al consumo pueden transportar bacterias que pueden enfermar a las personas, como Salmonella y Campylobacter. Cuando se administran antibióticos a los animales, las bacterias resistentes pueden vivir y desarrollarse en sus intestinos.
¿Cuáles son algunas rutas posibles para que estos gérmenes ingresen al suministro de alimentos?
Los animales destinados al consumo son portadores de gérmenes resistentes que pueden colarse en una variedad de comidas. Cuando los animales son sacrificados y procesados, la carne de cerdo o de pollo puede contaminarse. Cuando las bacterias resistentes de las heces de los animales (excrementos) se propagan por el medio ambiente, como a través del agua de riego o los fertilizantes, las frutas y verduras pueden contaminarse.
¿Por qué es fundamental utilizar antibióticos en animales destinados al consumo de forma responsable?
Para ayudar a evitar la creación, persistencia y propagación de bacterias resistentes, los antibióticos deben usarse adecuadamente tanto en humanos, como en animales. Los antibióticos son herramientas eficaces para reducir la enfermedad de los animales y el sufrimiento de infecciones bacterianas, pero las decisiones sobre qué antibióticos utilizar en los animales destinados al consumo y cómo utilizarlos deben tenerse en cuenta para asegurar la salud humana y el medio ambiente.
Uso de antibióticos en animales: principios clave
Es importante destacar que los veterinarios son los únicos que pueden recetar antibióticos a los animales. Un veterinario no administrará un antibiótico si no es necesario, así como las personas no deben esperar que un antibiótico cure un resfriado. Cuando se recetan antibióticos, es fundamental que se sigan las instrucciones exactamente como lo recomienda el veterinario. En práctica, esto implica administrar la dosis correcta de antibiótico al animal mientras dure el tratamiento. Los antibióticos solo deben administrarse a los animales que figuran en la receta, porque cada receta debe surtirse en su totalidad.
Estas salvaguardas aseguran que los animales reciban la cantidad correcta de antibiótico durante el período de tiempo adecuado para suprimir o matar los microorganismos que causan infecciones o enfermedades. Reducir la duración del tratamiento o la dosis proporcionada puede tener consecuencias.
En conclusión, es vital seguir regulando todos los aspectos del uso de antibióticos en animales destinados al consumo por el simple hecho de que afectan directamente a los seres humanos. Incrementar las regulaciones y hacerlas más severas va a ser crucial para prevenir cualquier tipo de problema de salud como la resistencia a los antibióticos. Las técnicas de seguimiento, aumentando la calidad de los antibióticos en el mercado son algunas de las principales medidas que podemos realizar para incrementar nuestra seguridad sanitaria.